Omega de oro blanco de 14 quilates a cuerda de 1961.

Primera vez que veo esta faceta de Omega, esa cara elegante, seria, pero sobre todo atrevida.

Una firma como Piaget sería la que instantáneamente se viene a la mente cuando se habla de diseños exóticos en metales preciosos, con cajas que se salen de lo tradicional sin mayor preocupación (última foto). Omega era (y es) más bien de relojes deportivos y elegantes, pero un Omega elegante con el agregado de atrevido, en este caso con minuciosos dibujos en una caja «flotante» de oro blanco (14 quilates), resulta raro, fuera de lo común. Entonces con el apellido de excepción, de rareza, llega a nuestros día este Omega del año 1963, con el flameante calibre mecánico 620, ajustado a 2 posiciones y palpitando a 21.600 BPH. Esta pieza irradia en cada veta de su caja un desvío en el camino de una de las mejores firmas relojeras de la historia, un sabor especial de osadía que incluso se percibe hoy… ¿Qué reloj moderno es como este? Ninguno, NINGUNO. El carácter de un atrevimiento elegante no es tan fácil de encontrar incluso hoy, ese atrevimiento que no se excede y no cae en lo ridículo, sino que tiene la exoticidad justa. ¿Y que sea un Omega?… En fin, este es de esos relojes que simplemente existen y no tienen una explicación lógica. No la necesita.

  • Marca: Omega.
  • Período: Año 1963.
  • Modelo/Referencia: D6650
  • Movimiento: Omega 620, a cuerda.
  • Medida de la caja: 27 x 31 incluyendo asas.
  • Material de la caja: Oro blanco de 14 quilates.
  • Distancia entre asas: 18 milímetros.
  • Material del brazalete: Cuero.
  • Accesorios: Incluye su hebilla original.