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Rolex Datejust Turn-O-Graph 36 mm Sigma Dial Jubilee 1625, década de 1970.
¡TESORO!
Si estéticamente es especial, permítannos adelantar que es AÚN MÁS ESPECIAL.
Hoy presentamos al que pilla a todos por sorpresa: el Rolex Turn-O-Graph.
Puede que incluso se hayan imaginado el cómo se vería un Datejust con un bisel giratorio, pero nunca conocer al Turn-O-Graph. Bueno, existe. O, mejor dicho, existió.
Este tipo de lanzamientos innovadores, o extraños, si se quiere, solamente podían darse en el apogeo de la relojería, en la década de 1950, cuando los relojes eran, de hecho, útiles. No había forma de tener el tiempo más preciso que no fuera teniendo el mejor reloj.
De primera vista, esta exquisitez goza del sabor elegante garantizado del Datejust con brazalete Jubilee, pero con ese toque deportivo adicional del bisel giratorio… es lo que es, un reloj incomparable a cualquier otro Rolex. Pero, ¿por qué nace este reloj?
La historia de los Turn-O-Graph se remonta al año 1953, cuando fue introducido con un diseño cercano al Submariner, con dial y bisel negro. La funcionalidad del reloj se basa en el bisel giratorio bi-direccional, el que funcionaría como un cronógrafo simplificado moviendo el bisel. Esta estética submarina cambiaría para siempre en la nueva referencia en el año 1954 (ref. 6309), mostrándose ahora en la esencia del Datejust: elegancia y funcionalidad en un sólo reloj, ahora con biseles exclusivamente de oro.
Fue en la misma década de 1950 que la fuerza aérea americana solicitó a Rolex apoyo horológico… y como Rolex siempre ha sido experta en producir relojes eternos, ofrecería piezas de la línea Turn-O-Graph, motivo por el cual posteriormente los relojes tomarían también el nombre de «Thunderbird» por los aficionados.
La línea fue evolucionando con las décadas con mejoras técnicas, escribiendo o no el nombre «TURN-O-GRAPH» en el dial, siempre con la esencia del Datejust. Todo hasta el año 2011, cuando se descontinuó definitivamente la línea… lo que ha hecho que los Thunderbirds se conviertan realmente en piezas de culto.
El que vemos en imágenes es un privilegiado, un precioso ejemplar de la década de 1970, de referencia 1625. Este Rolex goza del diseño único de la línea con un dial plateado tornasol prístino, muy sobrio en su tono, armonizando perfectamente el tono del acero de la caja y brazalete Jubilee, a la vez que hace resaltar la calidez del oro blanco de 18 quilates en el bisel, con ese estriado maniático de tipo Engine Turned.
Pero no se queda ahí, porque DEBEMOS DETENERNOS EN EL DIAL. Atentos allá a las 6: «σ», SIGMA. ¿Qué significa esto? Que pertenece a ese PEQUEÑO GRUPO DE DIALES de relojes que fueron certificados por «l’Association pour la Promotion Industrielle de l’Or» (APRIOR). Básicamente lo que indica abajo a las 6 con el logo σ al lado del T SWISS T es que el los índices del dial son de oro blanco sólido, una iniciativa llevada a cabo con el objeto de aumentar el valor intrínseco percibido del reloj. Destáquese que esta iniciativa no fue materializada en todos los relojes Rolex, quedándose sólo en algunos este detalle tan tradicionalista, junto a otros más de Patek Philippe, Vacheron Constantin e IWC.
El motor sería el calibre 1570 de Rolex, un movimiento automático que ha comprobado ser eterno… al igual que el carácter irrepetible del Turn-O-Graph.
Un Rolex como este da gusto tener en la colección, especial… se sale de lo común sin olvidar la tradición, con sus propias marcas de coleccionabilidad.
$3.490.000
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