Wyler Incaflex mecánico
Wyler Incaflex a cuerda, década de 1960.
Empezaremos con la retumbante publicidad que Wyler orgullosamente exponía a partir de 1956: «TIRARLO DE UN AVIÓN NO LO HARÁ PARAR».
Es admirable la creatividad con la que esta firma promocionaba la creación de su fundador, el inventor Paul Wyler. Y se le puede llamar inventor con toda confianza, pues lograría patentar 7 innovaciones, siendo la más importante la creación del «Incaflex balance spring», que podría traducirse como el «espiral Incaflex». Este invento sería el responsable de las pruebas más descolocantes que alguna vez he leído: para probar la eficacia de este innovador y único sistema anti-golpes lanzaron relojes desde la mismísima Torre Eiffel en París… sea cierto o no, Wyler aseguraba que LOS RELOJES ATERRIZABAN CON SU MECANISMO INTACTO gracias al volante Incaflex.
Hoy, entonces, tendríamos el placer de presentar uno de la década de los ’60s. Se luce con un diseño deportivo y una esfera esfera texturada verticalmente que ha tomado un color crema/verdoso único, mostrando además su corona original y con caja de acero… esta firma no se andaba con juegos, los mejores materiales y diseños de una vez.
Estos relojes sí que son de esos que dan gusto tener en la colección, son relojes dignos de una interesante conversación, literalmente, tienen tanto que decir más allá de su belleza y calidad… y eso es admirable, al final del día esto de los relojes es un hobbie «cerrado», y este tipo de piezas son las que quiebran con eso y abren su riqueza al exterior.
$195.000
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