$1.140.000
Longines Column-Wheel Chronograph Black Dial, década de 2010.
NO TODOS LOS CRONÓGRAFOS SON IGUALES.
Acá nos vamos en serio en la mecánica de los cronógrafos. El «COLUMN-WHEEL CHRONOGRAPH» DE LONGINES.
Es bastante interesante la orgullosa forma en que se nombra a esta línea, inaugurada en el año 2010. Debe ser de los pocos casos en que vemos en el nombre de una línea una alusión explícita a un tecnicismo relojero. En este caso, aludiendo a la rueda de pilares del cronógrafo.
Y es que lo amerita, pues es un regreso en la historia de Longines -recordemos los legendarios 13ZN-, que viene a representar una evolución en la manufactura moderna de esta complicación, en la cual la firma suiza fue una auténtica especialista hace ya varias décadas.
Un poco de historia respecto a los cronógrafos mecánicos.
En resumen, los cronógrafos mecánicos pueden servirse de dos sistemas para activar, detener y reiniciar el cronógrafo: el sistema de rueda de pilares -column wheel-, usualmente entendido como el más fino y más costoso de producir; y el sistema de levas -cam lever-, menos costoso de producir, concebido como el sistema más popular.
Esta diferenciación da para leer varios párrafos en foros relojeros, pero puede resumirse en que los cronógrafos con rueda de pilares, como el del Zenith El Primero, el Omega 321 o el Longines L688.2 que analizamos, son percibidos como superiores, más lujosos, mejor elaborados precisamente en razón de esta pieza, demandante como ninguna a la hora de producirse.
Además de la complejidad y exclusividad natural de la pieza misma, no hay diferencias de calidad relevantes -precisión y fiabilidad- entre ambos sistemas, más allá de ese blando accionamiento al activar el cronógrafo: esa suavidad en el movimiento de la rueda de pilares, experimentada cada vez que activamos, detenemos o reiniciamos el cronógrafo, lo hace ser simplemente superior.
Longines solía producir cronógrafos mecánicos con rueda de pilares desde inicios del siglo pasado, y en el año 2010 se decide volver a integrar esta exclusiva intención horológica en los cronógrafos, bajo la base de los movimientos modernos. Este movimiento fue el responsable de que, al día de hoy, se integre también la rueda de pilares en los cronógrafos de la línea Master Collection: UN PIONERO en esta nueva era de producción de Longines.
Y vaya diseño con que salió… un dial negro reflejante con detalles espectaculares, guiños a piezas de la década de 1940 con esos indicadores de cada minuto aplicados -¿Patek Philippe?-, asistidos por índices también aplicados de varias caras, adictos a los reflejos. Adicionalmente, las manecillas Dauphine apoyan el estilo con una ligera línea de lume al centro.
El logo a las 12 y el «AUTOMATIC» con esa tipografía cursiva exquisita coronan un estilo de reloj antiguo clásico, pero su modernidad también se deja notar.
El calendario a las 4:30 horas expresa la funcionalidad moderna, todo cubierto con un cristal de zafiro, incluso en la tapa, que nos permite apreciar la belleza de su movimiento cronógrafo automático.
En muñeca es un absoluto lujo. Su caja de unos justos 40 mm se luce con una delgadez valorable, y ofrece un calce divino gracias a sus asas finas… nos recuerda lo ELEGANTE que puede llegar a ser un reloj con la complicación más deportiva de todas: el cronógrafo.
Este espectacular personaje de Longines nos ofrece una fineza, una sofisticación sin igual, encima con una jerarquía técnica que NO todos los cronógrafos pueden ostentar. Es un conquistador, un excepcional reloj que no se conformó meramente con conseguir la perfección estética: APUNTÓ A LA PERFECCIÓN ADENTRO Y AFUERA.
$545.000
$2.490.000 El precio original era: $2.490.000.$1.790.000El precio actual es: $1.790.000.
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