Omega Seamaster Cosmic Bi-Color 135.017, a cuerda.

Señores… hay piezas que se convierten en auténticos manifiestos de lo que significa unir mecánica, diseño y preservación histórica 😮‍💨. Este Seamaster Cosmic es una de ellas: un ejemplar lleno de valor que no solo ha sobrevivido más de medio siglo, sino que lo ha hecho en un estado que roza lo milagroso.

Su dial es un festival de precisión y gusto relojero. Doce índices perfectamente facetados, con flancos pulidos a espejo y un centro satinado tan fino que parece trabajado a mano con la caricia paciente de una lija de joyero suizo. 

Esta doble textura no es mero adorno: capta la luz de forma diferente en cada ángulo, generando un juego óptico que hipnotiza. El anillo perimetral en negro, en perfecto contraste con el centro blanco-plateado, es un acierto raro en la relojería de su época, tanto que podría decirse que, si existiera un Omega «Panda»no cronógrafo, sería precisamente este 🤷‍♂️.

Pero lo que realmente impresiona es cómo ha llegado hasta nosotros. A través del cristal original impecable, con el logo al centro, se muestran los 12 puntos de material luminiscente en PERFECTO ESTADO, algo tan improbable que roza lo imposible en un reloj de esta edad. Esto significa que no ha sufrido restauraciones invasivas ni reemplazos improvisados: lo que ves es auténtico Omega de fábrica.

En su interior, el calibre Omega 601 -manual, robusto y preciso- es una lección de relojería tradicional. La elección de prescindir de calendario no es por economía, sino por pureza: nada debía alterar el balance visual perfecto que su diseñador concibió ✍️. Y es que este reloj es, en esencia, una obra de diseño total, en la que cada elemento cumple un propósito y todo responde a un mismo hilo conductor: delgadez, limpieza, proporción, perfección.

A todo esto se suma la singularidad de la caja monobloque del Seamaster Cosmic, una innovación de Omega en los años 60 que unía la carrura y el fondo en una sola pieza sólida, aumentando la resistencia al agua y la rigidez estructural. Esta construcción, que exige abrir el reloj por el cristal, no solo aportaba protección adicional al movimiento, sino que otorgaba al diseño una continuidad visual perfecta, sin cortes en la caja. En el Cosmic, esta arquitectura refuerza la sensación de objeto compacto y bien sellado, como si fuera un bloque macizo de precisión suiza listo para resistir décadas de uso… y vaya que lo ha demostrado. Es de esos inventos de antaño que nunca regresaron, lo que sin duda le suma a la mística de esta pieza tan especial 👌.

Este Seamaster Cosmic no es simplemente un vintage bonito, no es otro Omega antiguo más; es un testimonio vivo de la edad de oro de Omega, en condiciones excepcionales. Es transportarse a los años 70, cuando los relojes mecánicos no eran solo arte, sino función y calidad pura. 

Es esta pieza una que eleva el valor histórico de la marca, de esas que hacen suspirar a coleccionistas y que sabemos que no volverán a fabricarse jamás con este nivel de coherencia, honestidad y carisma 🥹. Porque aquí, en un mismo objeto, convergen tres virtudes difíciles de encontrar juntas: mecánica impecable y auténtica, hecha en casa por Omega como una casa independiente de relojería; un diseño magistral y un estado de conservación excepcional.

🔸 Precio: $795.000.

🔸 Marca: Omega.

🔸 Período: Década de 1970.

🔸 Modelo/Referencia: 135.017.

🔸 Movimiento: Omega 601, a cuerda.

🔸 Medida de la caja: 35 milímetros sin incluir su corona.

🔸 Material de la caja: Acero inoxidable.

🔸 Distancia entre asas: 18 milímetros.

🔸 Distancia de asa a asa: 38.5 milímetros.

🔸 Material del brazalete: Cuero.

🔸 Accesorios: A no ser que se especifique lo contrario, los relojes no incluyen accesorios. La regla general de los relojes vintage, en específico, es no incluirlos.

Con todo, incluye estuche y tarjeta individual Relojes Club.