Novedades todos los días en nuestro Canal de WhatsApp

FLUIDEZ PERPETUA EN EL SEGUNDERO, NUNCA MÁS VISTO: el Ultronic de Longines.

Todo gracias al destacado inventor suizo Max Hetzel, QUIEN ANTES DE LA CRISIS DEL CUARZO, allá en el año 1960, lanzaba un revolucionario invento con Bulova: el famoso Accutron.

Intentando explicar el funcionamiento, la gracia y principal característica del Accutron es que fue un concepto de movimiento de reloj totalmente distinto a cualquier otro: para funcionar y ofrecer la alta precisión que se garantizaba -1 minuto al mes, algo como 2 segundos diarios-, para expresar ese barrido ultra-fluido del segundero, necesitaba de un diapasón que ubicado entre dos transistores oscilara a 360 Hz -100 veces por segundo-… eso y muchas cosas físicas más que nos exceden, pero que de seguro que Max Hetzel se sabía al revés y al derecho.

Por supuesto que los suizos, visto el buen recibimiento y resultados que tenía el Accutron, tenían que salir con su versión.

Esto llega en el año 1969 -mismo año del primer reloj de cuarzo-, con la versión mejorada técnicamente del Accutron original para los suizos, en la forma del calibre base ESA (Ebauches SA) 9162, que sería personalizado por firmas como Omega con los F300 Hz, Tissot con los Tissonic, IWC con el Cal. 150, Certina con los Certronic y LONGINES, con el Ultronic.

Viendo al desnudo el movimiento podemos apreciar el mérito tecnológico que tiene esta pieza, un trozo de la historia de la relojería…  EN PROBABLEMENTE UNO DE LOS RELOJES CON DIAPASÓN MÁS HERMOSOS QUE HEMOS VISTO.

La tradicional línea Flagship lanzó en la década de 1970 un reloj simplemente irresistible. Una cosa es la historia y maravilla del movimiento, INNOVACIÓN PURA EN SU ÉPOCA, pero otra completamente diferente es EL ABUSO CON EL LÁPIZ AL DISEÑAR ESTA PRECIOSURA.

Una caja DE 36 MILÍMETROS diseñada por los dioses es la única explicación para ese boceto perfecto, con un grosor imponente y un sofisticado borde pulido. El bisel aporta volumen a una pieza de sentimiento deportivo en muñeca, macizo, robusto… pero elegante: SU SOBRIO DIAL AZUL ESTÁ EN CONDICIONES INMEJORABLES, COMO NUEVO. Sus índices aplicados reflejan como hace 50 años, y las manecillas mantienen su meticuloso diseño intacto. El doble calendario aporta funcionalidad a tanta perfección azulada, sin perturbar la paz que transmite este exquisito dial con ese azul perfecto, sin tornasoles ni gritos, sino con pureza, sostenido y firme.

Para coronar este hallazgo no podía haber mejor ingrediente que SU BRAZALETE ORIGINAL, bellamente diseñado compuesto de una tira de tres eslabones que permiten una adaptación comodísima en la muñeca, cerrando con el broche con el logo aplicado: LA EXPERIENCIA ES TOTAL.

Un reloj como este, con tanto peso histórico no necesitaba ser tan hermoso para ser un reloj interesante… y aun así se pasa. Hubiera sido automático, de cuarzo o a cuerda, SÓLO POR EL DISEÑO ERA UNA HERMOSURA… pero siendo encima un exclusivo Ultronic DE DIAL AZUL E IMPECABLE, el valor intrínseco de este reloj es incalculable.

 

  • Precio: $785.000.
  • Marca: Longines.
  • Período: Década de 1970.
  • Modelo/Referencia: Longines 4807-1
  • Movimiento: Longines 6332 (ESA 9164, doble calendario), diapasón.
  • Medida de la caja: 36 milímetros sin incluir su corona.
  • Material de la caja: Acero inoxidable.
  • Distancia entre asas: 19 milímetros.
  • Material del brazalete: Acero inoxidable.
  • Accesorios: A no ser que se especifique lo contrario, los relojes no incluyen accesorios. La regla general de los relojes vintage, en específico, es no incluirlos.