Montblanc 1858 40 mm 119065, automático.

¡UN EXPLORADOR ÚNICO 🏔️!

Inspirado en los relojes de exploración de Minerva de los años 30, este Montblanc 1858 -año en que se fundó Minerva- recoge con fidelidad el espíritu de la aventura relojera más pura. Con su dial beige tornasolado, de lectura limpia y directa gracias a sus 12 números arábigos aplicados y sus manecillas en estilo catedral, revive aquel lenguaje instrumental concebido para la montaña, para la brújula y para el mapa desplegado al aire libre 🗺️. Aquí, cada detalle está pensado para recordar que la relojería no siempre fue lujo de salón, sino herramienta de exploradores: sin fechador, sin segundero, sin desequilibrios… sin problemas.

Su caja de 40 milímetros combina la confiabilidad del acero con un bisel de bronce, un material que, en relojería, tiene un significado poético único: cambia, envejece, se transforma con el paso del tiempo y con la vida de su portador. En este contraste se da la verdadera magia de la pieza: la rigidez y permanencia del acero junto a la naturaleza mutable del bronce 🤩.

La tapa es otro capítulo de belleza: grabado con la silueta del macizo del Mont Blanc y una rosa de los vientos, nos recuerda que este reloj fue creado para orientar, acompañar y resistir. Una brújula simbólica en la muñeca 🤝.

En su corazón late el confiable calibre Montblanc MB 24.15, un movimiento automático de base suiza, en el Sellita SW200-1, adaptado en esta referencia a una estética depurada sin segundero ni ventana de fecha. Con 26 rubíes, frecuencia de 8 latidos por segundo y una reserva de marcha de 38 horas, entrega precisión cotidiana y fiabilidad inquebrantable. No busca acabados exuberantes: es mecánica sobria, pensada para funcionar siempre, sin inventos riesgosos en los momentos más importantes… como debiera ser una herramienta que se gana la confianza a base de constancia ⚙️.

Todo se comprime con 100 metros de hermeticidad, para reafirmar la fiabilidad de esta herramienta horológica. Sin trabas, sin límites ni excepciones.

Porque el acero es eterno, pero el bronce… el bronce es humano. Ese metal vivo, que se oxida y se transforma con el roce, con el sudor, con el aire y con el tiempo, aporta un toque crudo, explícito y profundamente romántico 😮‍💨, que llega a su perfección en compañía de esta preciosa esfera esfumada a un tono más oscuro. 

El bisel no es un adorno pulido y pasivo, es un compañero que registra la historia de quien lo lleva. Cada marca, cada cambio de tono es un testimonio íntimo: la pátina que se irá formando lo convierte en un reloj irrepetible, tan personal como una huella digital. 

Un reloj explorador con su propio estilo, que une lo mejor de dos mundos: la solidez atemporal del acero y la poesía cambiante del bronce. Un reloj que no solo mide el tiempo, lo vive, lo guarda y lo narra, con una voz propia que nunca se repetirá 🏔️.

🔸 Precio: $1.250.000.

🔸 Marca: Montblanc.

🔸 Período: Década de 2020.

🔸 Modelo/Referencia: 119065.

🔸 Movimiento: Montblanc MB 24.15, automático.

🔸 Medida de la caja: 40 milímetros sin incluir su corona.

🔸 Material de la caja: Acero inoxidable con bisel de bronce.

🔸 Distancia de asa a asa: 49 milímetros.

🔸 Distancia entre asas: 20 milímetros.

🔸 Material del brazalete/correa: Correa de cuero original Montblanc.

🔸 Accesorios: Incluye estuche y tarjeta individual Relojes Club.