Omega Seamaster Cosmic 166.036, automático

Omega Seamaster Cosmic 166.036, automático

Omega Seamaster Cosmic, década de 1960.

Este es un reloj vintage PERFECTO.

Tiene todo lo que podríamos buscar en un coleccionable, tiene la calidad -ES UN OMEGA-, el diseño distinto, el valor intrínseco de tratarse de un reloj además de especial, HERMOSO Y EN EXTRAORDINARIAS CONDICIONES, desde fines de la década de 1960…

Señores, es este un Omega Seamaster Cosmic en su mejor esplendor.

Miren el armónico diseño de su caja, rogando una muñeca para anclarse a la perfección; su dial endomado, con el borde negro generando intencionadamente el mismo efecto que da el borde de su cristal acrílico… y bueno, del diseño del dial podemos escribir aparte. Las texturas con las que se juega, los colores, los contrastes… HASTA EL DOBLE CALENDARIO, LOS ÍNDICES Y LAS MANECILLAS INTEGRAN EL AURA COMPLETA DE LA ESFERA.

Y ojo… viene UNA DE LAS MEJORES PARTES: SU BRAZALETE ORIGINAL.

Ese guiño claro a los brazaletes Omega de la línea Speedmaster es claro… CÓMODO A MÁS NO PODER, nada que envidiarle a la ingeniería de un Jubilee.

Por dentro, destapando a este señor por el cristal -recordemos las cajas Monobloc de los Cosmic, diseñadas para conseguir una mayor hermeticidad-, encontramos al calibre 752 de Omega, con doble calendario, lanzado en la época de oro de la producción de movimientos automáticos propios durante el siglo XX… TODO HECHO POR Y PARA OMEGA, un lujo.

Es cosa de mirarlo simplemente. Aun sin saber nada de sus detalles, de su movimiento, de su tecnología hermética especial, SE NOTA EL NIVEL… de eso se tratan estos hallazgos vintage.

• Precio: $695.000.
• Marca: Omega.
• Período: Década de 1960.
• Modelo/Referencia: 166.036.
• Movimiento: Omega 752, automático.
• Medida de la caja: 36 milímetros sin incluir su corona.
• Material de la caja: Acero inoxidable.
• Distancia entre asas: 18 milímetros.
• Material del brazalete: Acero inoxidable.
• Accesorios: A no ser que se especifique lo contrario, los relojes no incluyen accesorios. La regla general de los relojes vintage, en específico, es no incluirlos.