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DISTRIBUIDO A SOLDADOS DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL POR EL GOBIERNO BRITÁNICO: HISTORIA PURA.

Hoy en día con tanto homenaje, reloj estéticamente similar a otros o derechamente marketing, es acertado concluir que el concepto de «reloj militar» se ha «cualquerizado» de alguna manera, ampliándose generosamente a piezas producidas con un diseño estético altamente familiarizado con los verdaderos relojes intencionados para portarse en la guerra… pero que nunca estuvieron ahí en el campo militar, nunca fueron de la época y nunca realmente fueron intencionados para la guerra.

Así las cosas, para calificar de militar a este Revue Thommen, suministrado por el Ministry of Defence del Reino Unido durante la WWII, TIENE que hacerse un énfasis especial. Este reloj es DE VERDAD. Nada de homenajes ni se trata de una re-edición o modelo moderno con estética vintage. No. Este es genuino, un auténtico instrumento militar de la década de 1940.

Un auténtico trozo de la historia de la relojería igualmente, pues Revue Thommen, en conjunto con otras respetadas marcas como Omega, Cyma o Jaeger-LeCoultre, se encargó de manufacturar relojes que realmente fueran portados por las fuerzas armadas británicas en la guerra, nada de que parece militar ni cosas raras: ESTE RELOJ FUE PRODUCIDO PARA IR A LA GUERRA, DURANTE LA GUERRA.

En su tapa enroscable -aspecto muy raro en un reloj de bolsillo y específico para fines militares- se lee el GS/TP (General Service Trade Pattern), evidenciando que este reloj fue adquirido por el gobierno británico para sus fuerzas armadas, asimismo la flecha indica que el reloj es propiedad de la Corona.

Su calibre es el eterno calibre 30 de Revue Thommen, corriendo más preciso que nunca con una capa de valentía e historia que se posiciona a sí misma por encima de la sensibilidad característica del siglo XXI. Por dentro es simple, al hueso, sin decoración ni pérdidas de tiempo estéticas: SÓLIDO A MÁS NO PODER, tal como un tanque.

El diseño estético del dial es coherente con el fin, SIN SIQUIERA MOSTRAR EL LOGO para no distraer en el acto de ver la hora. Todo son índices arábigos y manecillas con luminiscencia… pero es precioso. Su simpleza no es fácil. Vaya habilidad debió tenerse para diseñar una pieza simple, pero que no le falta absolutamente nada, que tiene los guiños precisos de belleza en sus manecillas, bisel de moneda y gran corona de cebolla, con grandes estrías para maniobrarse rápidamente.

Señores, hay relojes y relojes… pero esto es auténtica historia en la forma de un reloj, que tiene el privilegio máximo de SEGUIR CORRIENDO PERFECTAMENTE: en la guerra no se podía correr riesgos diseñando relojes a medias, debía ser simplemente LO MEJOR, y vaya reliquia nos dejó al año 2024, a cerca de 80 AÑOS DEL TÉRMINO DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL.

 

  • Precio: $325.000.
  • Marca: Revue Thommen.
  • Período: Década de 1940.
  • Modelo/Referencia: N/A.
  • Movimiento: Revue Thommen 30, a cuerda.
  • Medida de la caja: 52 milímetros sin incluir su corona.
  • Material de la caja: Metal.
  • Distancia entre asas: N/A.
  • Material del brazalete: N/A.
  • Accesorios: A no ser que se especifique lo contrario, los relojes no incluyen accesorios. La regla general de los relojes vintage, en específico, es no incluirlos.