Longines Heritage Flagship Automatic Chronograph 40 mm, automático.

Esta belleza de Longines con esencia vintage es una cuestión en extinción… vaya forma de hacer un cronógrafo tan elegante, y además MUY ESCASO.

La firma de Saint-Imier decidió Flagship como nombre de esta línea con justa razón, con un sentido específico.

La palabra «flagship», del inglés al español, significa como concepto «buque insignia», y se comprende hoy en día como el sentido de ser, por ejemplo, el mejor representante de algo. Así, tiendas de retail tienen su «Flagship Store» equipada con los artículos más exclusivos, con el servicio más exclusivo y la infraestructura más exclusiva de todas las tiendas… en resumen, puede desprenderse que es la mejor tienda, la más importante.

Contextualizado, así es la imponencia, la fuerza y la confianza que expele el concepto con que se identifica esta línea de Longines, una selecta línea de relojes de vestir lanzada en 1957, con una intención seria, protagonista. Diseños exclusivos para la línea, con ideas elegantes y refinadas, en tiempos que la línea Conquest era más bien un reloj versátil, tan elegante como deportivo.

En esta hermosa re-edición, el Flagship Heritage Chronograph se propone demostrar, con la ayuda de la fuerza intrínseca de la línea Flagship, que los diseños más hermosos y las ideas más atrevidas se unen en la decencia, en la elegancia de un reloj de vestir extraordinario, traído encima en la que podemos identificar como la complicación en que se ESPECIALIZÓ Longines en el siglo XX, con tanto reloj para pilotos y movimientos propios de cronógrafo mecánico desarrollados: se toca la elegancia histórica natural de la línea Flagship y se le suma a la receta una complicación icónica de la firma.

Es un diseño vintage en esencia, con un dial blanco mate adornado con esas exquisitas manecillas de tipo Dauphine, apuntando agresivamente la hora, que se define con índices aplicados finos en el tono del oro rosa, legibles de forma precisa. La tipografía del logo, del «AUTOMATIC» y del «FLAGSHIP» a las 6 es tal cual era antes: fineza. Su cristal: acrílico, para la experiencia vintage completa. Y si vamos más en detalle, miren más abajo a las 6: «SWISS» y no «SWISS MADE», como es la regla general hoy. Otro detalle de piezas de los años 50 que se perdió con los años, pero que en este glorioso Flagship REVIVE.

Los sub-diales del cronógrafo no hacen más que sumar belleza a este diseño, rellenando el espacio restante de la forma más armónica y balanceada: con uno a la izquierda, otro abajo y otro a la derecha. Todo esto gracias al calibre L683.2, un cronógrafo automático que palpita a 28.800 BPH (8 barridos por segundo) y ofrece calendario a las 4:30, con un confiable historial de funcionamiento con el calibre base Valjoux 7753.

Si ya vamos a su calce en muñeca, la verdad no paran de mejorar las virtudes de esta pieza. 40 mm de diámetro en un cronógrafo elegante, con esas asas finas y correa original café con costuras blancas… INSUPERABLE. No 41 ni 42: 40 es la medida. Una opción ideal para buscar la elegancia y sigilo verdadero en la muñeca. Esta consciencia en el diseño de cronógrafos modernos, quizás, se ha ido perdiendo en nuevos lanzamientos.

Lo volteamos y tenemos a un mensaje esperándonos: el tradicional medallón de oro con una carabela, diciendo con orgullo al mundo: SOY EL MEJOR REPRESENTANTE -el Flaghsip- DE LONGINES, la nave capitana, viajando por el mundo.

• Precio: $1.490.000.
• Marca: Longines.
• Período: Década de 2010.
• Modelo/Referencia: L4.796.4.78.2.
• Movimiento: L683.2, automático.
• Medida de la caja: 40 milímetros sin incluir su corona.
• Material de la caja: Acero inoxidable.
• Distancia entre asas: 20 milímetros.
• Material del brazalete: Cuero.
• Accesorios: Conserva su caja, manual y tarjeta.